domingo, 9 de septiembre de 2018

Un crimen inesperado.


Veintidós de la noche y estoy llegando a mi tercer trago. Estaba tranquilo hablando con el barman cuando vino mi cómplice, Nicolás. Empezó a trabajar conmigo hace un par de meses y como se podía notar en su cara traía algo más que mera información:
-Detective Morgan, me han informado sobre un homicidio y cuentan con nosotros para la investigación del caso.
Inmediatamente nos fuimos al lugar donde transcurrió la escena del crimen. Al llegar se nos acerco un policía:
-La víctima se llamaba Raúl, joven de unos 27 años. Su esposa, María, lo encontró a las 11:00 P.M en el sótano con un tiro en la cabeza y un arma en su mano, lo que hace parecer que se trata de un suicidio- dijo el oficial.
El detective Morgan fue a ver el cuerpo y las evidencias para llegar a una conclusión. Como dijo el oficial la víctima tenía un tiro en la cabeza. También se encontraban el arma y la bala utilizadas. El equipo balístico suponía que se trataba de una Glock con silenciador, pero la bala no coincidía. Volví a revisar  el cuerpo minuciosamente y tenía moretones en la parte inferior de los brazos, lo que parecía que la víctima se defendió. Llegue a la conclusión que alguien quería hacer parecer que esto se trataba de un suicidio, pero no era así. Cada vez me interesaba más y quería llegar al fondo de este caso. Me decidí a ir con los vecinos, para ver si podíamos sacarles algo de información. Primero fui con la casa de en frente, pregunte si se vinculaban con la víctima, como era su nombre y si vieron algo esa noche:
-Mi nombre es Flora, yo lo conocía a Raúl nada mas por el hecho de que era mi vecino, nunca llegamos a tener otro tipo de relación. Se notaba que él era un hombre feliz muy querido por su esposa. Esa noche yo vi a una persona, no pude identificar su género pero sí que tenía una capucha. Escuche gritos, y luego de un rato esa misma persona salió y un auto blanco se la llevo.
-¿Pudo identificar la patente del auto?- pregunte.
- No señor.
Luego decidí ir por la casa del lado izquierdo, a quien le pregunte lo mismo que a Flora:
-Mi nombre es Miranda, yo soy la hermana de María, siempre no me agrado Nicolás pero nunca sería capaz de matarlo porque se el afecto que tiene mi hermana por él. No vi ni escuche nada esa noche, estaba con María cenando.
A Miranda se la notaba nerviosa, no le creía del todo, por lo que me llevo a ir con María, y obtener su versión. Principalmente le pregunte lo que le pregunte a Flora y Miranda:
- Me llamo María, soy la esposa de Nicolás. Esa noche yo me fui a comprar al mercado. Cuando volví me lo encontré tirado en el piso del sótano con un tiro en la cabeza.
Con la poca información que me había dado María este caso ya estaba casi cerrado, ya sabía que Miranda me había mentido sobre la cena con su hermana, pero necesitaba pruebas, por lo que fui al lugar donde había transcurrido el crimen. Revise detalladamente cada lugar de la casa para conseguir lo que quería. En el sótano había un mueble, adentro de ese mueble había una cámara, una simple cámara que pudo haber grabado lo que paso. Me fije en las grabaciones de esa noche y lo único que se pudo ver es una persona con una capucha negra, tal como lo decía Flora, que no se le llega a ver bien la cara pero si se ve que tiene ojos celestes, al igual que Miranda, definitivamente era ella. Inmediatamente fui con ella:
-Miranda ya sé que tú fuiste la que asesino a Nicolás, me mentiste sobre tu cena con María, ella misma me dijo que fue al mercado. Después de descubrir este hecho necesitaba prueba de que habías sido tu, por lo que fui a la casa de tu hermana, donde encontré una cámara que grabo una persona con una capucha negra que poseía unos ojos celestes, al igual que los tuyos. De esta manera llegue a la conclusión que tu eres la culpable.
Sin nada para decir Miranda fue llevada a la cárcel, donde le dieron 10 años en la cárcel.

1 comentario:

  1. Mejor, Martina, aunque todavía hay errores sin corregir que ya fueron señalados en el borrador. Por ejemplo, el hecho de que el ayudante de la policía no es un cómplice. Además de otros errores de puntuación y acentuación...

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